El Obon (también conocido con el nombre de Bon) es un festival anual japonés en honor a los difuntos. La creencia es que los espíritus regresan en esta ocasión para visitar a sus seres queridos.
Se cuelgan farolillos Chōchin (de papel o seda) para guiar a los espíritus y se escenifican las danzas Obon (bon odori). Las familias se reúnen, visitan las tumbas de sus parientes y hacen ofrendas de comida en altares y templos.